jueves, 19 de agosto de 2010

Francia: Languedoc

Francia es como uno se la imagina y mucho más.  Francia es un país hermoso, de montañas, ríos, lagos y tierras ancianas donde el sol ilumina las extensas viñas y el queso acompaña a las más ricas baguettes que se puedan pensar.  Francia es un país lleno de gente indiferente e individualista, de gente amable que invita a compartir la comida, de odio y admiración hacia París, la ciudad que lo engulle todo y a todos.

Es un país rico con mucho apoyo social por parte del Estado, y sin embargo Toulouse está llena de SDFs (la forma políticamente correcta de decir vagos callejeros, “sans domicile” fijo, jóvenes que se han salido de la matriz social de empleo e hipoteca, y deambulan con sus grandes perros por las cuidadas calles de la ciudad.  Por eso casi no hay bancos donde sentarse en las plazas secas, no vaya a ser cosa que un SDF los tome como su cama eventual cotidiana.  La diferencia con España es tan grande, que uno se pregunta como es que Francia rompe el continuo mediterráneo con la Italia que uno intuye similar a la sensibilidad argentina. 

Hubo una vez dos Francias, la del norte y París, y la del sur, la Occitanía, cuyo lenguaje era la Langue D´Oc, el occitano, muy parecido al catalán, y cuya religión herética la practicaban los cátaros, en un territorio comprendido entre Toulouse, Albi, Perpignan y Beziers.  Pero en el Siglo XIII el Rey de Francia y el Papa, aprovechando la excusa religiosa, invadieron estas tierras y las hicieron suyas, con lo que el francés de hoy en día es en realidad el lenguaje de las tierras del norte, y el occitano permanece en las viejas canciones de los juglares locales, suprimido bajo el manto de los siglos.  Aún así, la zona se denomina Languedoc, y la industria turística local le debe su poderío a los atractivos derivados de aquella batalla entre distintos tipos de cristianos.  Los castillos donde los cátaros resistieron la cruzada santa y las iglesias y fortalezas construidas como reacción hacen cola para ingresar en la lista de bienes protegidos por la Unesco (y el barrio catedralicio de Albi recientemente lo ha logrado).

Ahora me encuentro en el departamento de Tarn (como todos los nombres locales impuestos por Napoleón, éste deriva del nombre del río principal que cruza la comarca).  El paisaje está compuesto por colinas divididas en pequeños cuadrados de color verde y amarillo, viñedos, girasoles, vacas y casitas de techos rojos, en varias cimas castillos derruidos con torres altísimas que parecen salidas de un libro de Tolkien, y los típicos caminos sinuosos que no se adaptan a las velocidades modernas.  De aquí sale el verdadero queso Rochefort (nada de “queso azul”) puesto que la villa del mismo nombre está en la zona y los vinos de Gaillac, el caussolet de Castelnaudary y el confit de canard (la pata del pato cocinada como al spiedo, solo guiándome por el sabor).  Acostumbrados a las extensiones sudamericanas, es difícil comprender el tamaño y la concepción local de “pays”, un lugar que es posible cruzar a pié exactamente como lo describió Tolkien en “El Señor de los Anillos”.  Cada región está dividida en departamentos, y cada uno está a su vez dividido en varios “pays” (si no entendí mal).
El Canal de la Robaine, parte del complejo de canales del Siglo XVII que unen el Mediterraneo y el Atlantico

Carcassonne, el 3er sitio más visitado de Francia

Los pequeños vegetales locales: 100% "orgánicos"

Aquí se casan las parejas en Toulouse (¡se parece al registro civil de Ituzaingó!)

La Mala Vida, parte I

La Mala Vida, parte II

La Mala Vida, parte III

Les debo las fotos del perfecto Tarn, ¡y las que vienen! Tantas zonas míticas a recorrer.  En los próximos días, la Dordogne.

domingo, 1 de agosto de 2010

Oh la la, La France

Hola a todos. Empezamos con Francia entonces, desde el sur, desde el pueblo de los pintures de Collioure, hacia la montaña, los ríos entre paredes de piedra, las fortalezas, todo en un área máspequeña que el camino que va de Buenos Aires a Luján.  El turismo lo hace el hombre en conjunción con la naturaleza, sin caminos no hay caminatas, sin ingenieros no hay fortalezas, y sin pintores y poetas Collioure sería una playa mas.

Port de la Selva, España

Una cala nudista en Port de la Selva.  Había gente desnuda, y otra solo haciendo top-less.  Esta es la foto más cercana que van a obtener.¡Perdón!

Collioure, la iglesia y el castillo

El castillo tiene playas a ambos lados

Calle típica de Collioure

El Castillet, en el centro de Perpignan

Una calle en Perpignan

Ejemplo de menú en Perpignan (1 clik para ver foto,otro para agrandar)

El Tren Amarillo en los Pirineos Orientales

Ah, la France.  Como uno se la imagina, así es.


Salut!